Lavado Cerebral, Supervivencia y la Detección de la Mentira Por José Olalde
- José Olalde
- 20 sept
- 2 Min. de lectura
Hoy hablaremos del lavado cerebral (brainwashing) que el 99,99% de las personas cargan desde sus primeros años de vida. Ese proceso ocurre cuando nuestra mente todavía no tiene la capacidad de analizar, sino únicamente de grabar información, copiar conductas o recibir traumas.
Este condicionamiento temprano es una de las razones fundamentales por las que el mundo en el que vivimos es altamente incongruente. Millones de personas operan con un software mental contaminado por “virus” que limitan su capacidad para procesar la vida de forma racional. Ese virus puede estar formado por información errónea, conductas aprendidas poco funcionales o traumas que distorsionan nuestra forma de relacionarnos con el mundo.
La mezcla de analiticidad y lavado cerebral
El ser humano es una combinación de capacidad analítica y programación mental adquirida. Esta mezcla condiciona la mayor parte de nuestras decisiones y estrategias de supervivencia.
Un ejemplo extremo lo encontramos en las guerras. Muchas de ellas, como las históricas guerras religiosas, fueron posibles gracias a dogmas implantados desde la infancia y luego manipulados por líderes con sed de poder o intereses económicos. Ninguna guerra tiene sentido desde la lógica pura: requiere o de un lavado cerebral previo que justifique la violencia, o de coerción directa para que una persona vaya al frente de batalla.
La orden más poderosa: Sobrevive
Todos los seres humanos nacemos con una orden de supervivencia: “sobrevive a toda costa”.En términos lógicos, esta orden se traduce en tres ejes principales:
Alimento
Procreación
Recursos para sostener el cuerpo físico
Cuando los recursos son escasos, aumenta la probabilidad de conflictos. Las guerras, los actos de corrupción y la violencia física suelen tener un trasfondo económico o reproductivo: controlar recursos para garantizar la propia supervivencia y perpetuar la genética.
En este contexto, la dominación se convierte en una herramienta. Y la dominación incluye fuerza, violencia, engaño y manipulación de la información para obtener ventajas, incluso si eso significa perjudicar al otro.
El mar de falsedad en el que vivimos
A esta dinámica se suma otro factor: la mentira.Vivimos en un océano de falsedades: discursos políticos, ruedas de prensa, redes sociales… La información se distorsiona constantemente. De hecho, plataformas como X (antes Twitter) han intentado crear mecanismos comunitarios para filtrar las mentiras y destacar verdades verificadas, porque es prácticamente imposible evitar la mentira en la sociedad actual.
Congruencia e incongruencia: la clave para detectar la mentira
La congruencia es cuando dos elementos encajan sin contradicción. Por ejemplo, dos cuadrados pueden ser congruentes; un cuadrado y un triángulo, no.
Lo mismo ocurre con la verdad:
Si un relato es congruente, las piezas encajan.
Si hay contradicciones, hay alta probabilidad de que haya una mentira.
Esta es una ley casi universal: donde hay una contradicción, en el 99% de los casos hay falsedad.
El propósito de Congruencias e Incongruencias es que aprendas a detectar esas contradicciones y a identificar cuándo un marco conceptual no encaja con otro. Porque la capacidad de percibir la incongruencia es, en última instancia, una defensa contra la manipulación.
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