Lo Que No Le Enseñaron a Tu Médico: La Entropía y el Verdadero Origen del Deterioro Biológico
- José Olalde

- 18 may
- 3 Min. de lectura
¡Hola amigos!
Hoy vamos a continuar con un tema profundo y revelador: lo que no le enseñaron a tu médico. Y no se trata de desvalorizar la medicina ni a los médicos. Todo lo contrario. La mayoría son sabios, estudiosos, con un conocimiento enciclopédico del cuerpo humano. Pero, tristemente, hay piezas fundamentales del rompecabezas de la salud que nunca les fueron enseñadas.
Una de ellas es esta: el colapso biológico que viene con la edad no es una casualidad, es una ley universal.

Me refiero a la segunda ley de la termodinámica, posiblemente la más importante de todo el universo. Esta ley establece que todo sistema tiende inevitablemente al desorden con el paso del tiempo. Y el cuerpo humano no es la excepción. Como sistema abierto, el cuerpo produce entropía, es decir, desorden biológico. Y ese desorden, cuando no se controla, se traduce en pérdida de salud.
Piénsalo bien: después de los 40 años, empiezan a aparecer las enfermedades crónicas y degenerativas. En uno es la diabetes, en otro el hígado graso, en otro el deterioro renal o un trastorno neurológico. Pero en todos los casos, el verdadero enemigo silencioso es el incremento de entropía que ocurre con el paso del tiempo.
¿Y qué es lo que se desordena? Lo que yo llamo el Triángulo de la Supervivencia: energía, inteligencia biológica y organización del sistema. Mientras ese triángulo está firme, hay salud. Pero cuando uno de sus lados se debilita —especialmente la producción de energía celular—, el sistema colapsa.
Y es aquí donde la medicina convencional falla: trata el síntoma, pero no restaura la energía, no reorganiza el sistema. Porque nadie les enseñó que la energía reduce entropía, y que un cuerpo energizado es un cuerpo que se defiende, se ordena y se regenera.
La buena noticia es que sí existen maneras de frenar este proceso degenerativo. Y la clave está en importar orden desde el exterior, lo que los científicos como Schrödinger y Korotkov llamaron “entropía negativa”.
¿Cómo se logra eso?
1) A través del sudor, de las excreciones, de la respiración, el cuerpo expulsa entropía.2) A través de alimentos de alta calidad, vitaminas, y especialmente, plantas adaptógenas, el cuerpo importa energía, orden e información.
Las plantas adaptógenas primarias —como el eleuterococo, el ginseng coreano, la rhodiola rosea y la leuzea carthamoides— estimulan la mitocondria, que es la fábrica de energía del cuerpo. Más energía, menos entropía. Así de sencillo.
Y si hablamos de inteligencia biológica, también existen plantas informacionales como el reishi (ganoderma lucidum), el astrágalo, el maitake y el cordyceps, que ayudan a reprogramar el sistema inmune y restaurar su capacidad de defensa y autorregulación.
Ahora bien, pasado los 60 años, el desorden avanza tan rápido que la energía ya no basta. Es entonces cuando debemos considerar terapias regenerativas más profundas como el uso de células madre, que ayudan a reponer el desgaste acelerado de los tejidos.
Yo, personalmente, dirijo una clínica en Puerto Rico que trabaja con este tipo de tratamientos, regulados por la FDA, pero esto no es una promoción. Puedes acudir a clínicas serias en México, Panamá o en cualquier parte del mundo. Lo importante es entender que existen alternativas reales, respaldadas por la ciencia, que pueden ayudarte a restaurar el orden biológico y prolongar tu calidad de vida.
En resumen, el deterioro biológico no es una condena inevitable, sino una consecuencia lógica de la segunda ley de la termodinámica. Pero si conoces las herramientas adecuadas, puedes ralentizarlo, equilibrarlo y, en muchos casos, revertirlo.
Si esta información te sirvió, compártela. Suscríbete a nuestro canal y síguenos en redes. Porque cuando entiendes la raíz del desorden, puedes comenzar a reconstruir el orden… y recuperar tu salud.




Comentarios